IBERIA NATURA

Dicen que hace muchos años, una ardilla podía cruzar la península Ibérica de lado a lado sin bajarse de los árboles. Eso hoy en día, a cambiado bastante.
Pero tenemos la satisfacción de contar con el país de mayor biodiversidad de flora y fauna de todo el continente europeo.
Más del 12% del territorio español está protegido por alguna denominación como Parque Nacional, Parque Natural, Reserva Natural, Paisaje Protegido, etc. Eso supone la protección de más de 6 millones de hectáreas terrestres y más de 254000 hectáreas marinas.
Es maravilloso caminar por alguno de estos espacios y observar el vuelo de un águila imperial; el ruido de un arroyo precipitándose por una cascada; el escándalo de la berrea producida por el celo del ciervo; el cambio de color de los hayedos en otoño...
Por todo esto y más, me lancé a crear este blog, para que a las personas que les guste caminar y observar la fauna y flora, sepan donde están los rincones naturales más bellos de este increible país de contrastes.
NO SOLO LOS HOMBRES HABITAMOS ESTE PLANETA.
¡¡¡CUÍDALO!!!



24 febrero 2012

FUENTES de AITANA

Una vez ascendidas las cumbres más altas de la provincia de Valencia (Calderón o Alto de las Barracas) y de Castellón (Penyagolosa), acabaremos con el ciclo de los picos provinciales más altos, con la subida a Aitana, en la provincia de Alicante, y así, terminar las tres cumbres de la Comunidad Valenciana. Seguro que seguiremos subiendo a más cimas por tierras levantinas, pero de momento, los tres principales picos provinciales ya los hemos alcanzado.

Esta excursión, no solo tiene como interés alcanzar el punto más alto de la provincia de Alicante, sino que valores paisajísticos, geológicos y botánicos logran satisfacer al más experimentado montañero.

Saliendo de la alicantina localidad de Benifato, una pista asfaltada nos lleva hasta el área recreativa de las fuentes de Partagás, lugar donde iniciaremos nuestro itinerario.

Una vez estacionado nuestro vehículo, nos acercamos a las fuentes de Partagás, por donde brotan unos buenos y frescos chorros de agua, a la sombra de unos álamos blancos. Podemos aprovisionarnos de agua en estas fuentes, aunque a lo largo del recorrido, dos nuevos manantiales nos saldrán a nuestro encuentro.

Comenzaremos a caminar siguiendo por el mismo camino que nos a traido hasta aquí, pero que a partir del área recreativa de las fuentes de Partagás, la pista asfaltada se convierte en un camino de tierra. Iniciamos nuestro trayecto con una corta subida, siguiendo las indicaciones del PR-V 10, que en este tramo comparte indicación con el PR-V 21, que es el que vamos a recorrer.

Unos minutos después, encontramos una bifurcación. Dejaremos el PR-V 10 que, hacia la izquierda se dirige al pueblo de Sella, y a nuestra derecha, tomamos el camino que está balizado por pinturas blancas y amarillas, con la denominación de PR-V 21 y que lo recorreremos hasta llegar a la font Forata. Además de las indicaciones del PR, nos encontramos con la señal del sendero botánico del Passet de la Rabosa, que comparte trayecto con el camino balizado.
 

Una vez girado a la derecha, continuamos nuestra excursión dirigiéndonos hacia la pared de Peña Alta, la muralla rocosa que tenemos enfrente y que unas horas después, recorreremos por su parte alta. De momento, el camino transcurre entre antiguos huertos, pudiendo observar notables ejemplares de rosal silvestre y majuelos.
 

Unos minutos después, debemos de abandonar el camino, que se dirige hacia una finca privada y hacia un pozo de nieve, tomando un sendero hacia la derecha. Dicho sendero comienza a ascender dirigiéndose hacia el collado que tenemos enfrente. Para llegar a él, debemos de atravesar un caos de rocas que han caido de las paredes de la montaña.


Siguiendo el sendero, bien señalizado, cruzaremos entre las rocas ascendiendo poco a poco. Por esta parte del recorrido, a la derecha, se observa la cercana localidad de Beniarda, teniendo el embalse de Guadalest a sus pies. Seguimos caminando, observando una especie de "torre", que no es otra cosa que una pétrea pared con esa singular forma, a nuestra diestra. Poco tiempo después, llegamos al collado.

Continuamos por el inconfundible sendero, que sigue ascendiendo. En todo este nuevo tramo, no tomaremos ningún sendero que nos surja por nuestra derecha. Pasamos junto a una bonita hiedra agarrada a una roca, a nuestra izquierda. El camino, tapizado en todo momento por matorral, de entre el cuál destaca el majuelo, una especie arbórea, sigue en constante subida hasta llegar a las inmediaciones de la fuente del Nogal, precioso lugar donde podremos tomarnos un pequeño descanso.

La refrescante agua de la fuente que nutre una balsa situada a su lado y la sombra del hermoso nogal, nos atrae para quedarnos aquí, pero debemos de seguir nuestro camino. Continuamos ascendiendo unos pocos metros más hasta que el sendero se convierte en pista. Ya nos habremos percatado de la enorme esfera situada en lo alto de la pared a nuestra izquierda. Justo ahí, se sitúa el punto geodésico de la cima de Aitana, nuestro objetivo.

Continuando por la pista, dejamos a mano izquierda un camino, siguiendo recto. Después de una corta bajada, volvemos a subir y al cabo de unos minutos llegamos a una bifurcación. Es aquí donde abandonamos el PR-V 21 que se dirige recto hacia el port dels Tudons (puerto de los Tudons). A nuestra derecha, podemos observar un pozo de nieve.

Debemos de seguir hacia la izquierda, siguiendo la indicación del sendero botánico del Paso (creo que esa es su traducción) de la Zorra. A partir de este momento, caminaremos por el sendero que está balizado por marcas blancas y amarillas, cuya nomenclatura es PR-V 20, en dirección a la cima de Aitana. Pero antes de seguir por el citado camino, realizamos una parada en la cercana fuente Forata, situada a nuestra derecha.


Dicha fuente, constituida por una sucesión de abrevaderos, es el manantial de agua situado a más altura de la provincia de Alicante. Una vez terminada la parada y después de haber bebido agua por tercera vez en fuentes distintas, continuamos nuestro trayecto. Tengo que recordar que ésta es la última fuente que nos encontraremos en nuestro recorrido. Por lo tanto, si tenemos que rellenar agua en nuestras cantimploras, éste será nuestro último punto para hacerlo.
 
Seguimos por este nuevo sendero, el PR-V 20, que se dirige hacia el E, o sea, en sentido contrario al que traíamos, en contínuo ascenso. Otro pozo de nieve, éste algo escondido a nuestra derecha, se ubica cercano al sendero. En todo este tramo de camino, podremos ir observando distintas especies de flora, aprendiéndonos su nombre puesto que en algunas de ellas, un cartel de madera nos lo señala. Caminamos bajo la Peña Forata, pared que da nombre a la fuente situada unos metros más abajo y, cuya mayor característica, es un agujero casi perfecto que atraviesa la roca.
 
Minutos después, el sendero parece acabar, puesto que un desplome de rocas aparece frente a nosotros. Pero no es así, puesto que el PR-V 20 va sorteando las piedras. Al principio, en sendero discurre cercano a la pared hasta llegar a un bonito ejemplar de tejo. Desde este ser vivo, el camino continúa hacia la izquierda, debiendo de seguir atentamente las marcas blancas y amarillas del PR, prestando atención a nuestros pasos, puesto que a nuestra izquierda tenemos una pequeña canal. Unos metros más arriba, el sendero atraviesa un estrecho paso, entre la pared y una roca, el famoso Passet de la Rabosa o Paso de la Zorra para los castellanoparlantes.
 
Lo cierto es que el citado Paso de la Zorra, son dos en realidad. El primero no tiene mayor complicación pero el segundo tienes que agacharte para pasar, de ahí el nombre de Zorra, puesto que "solo" un raposo podría atravesarlo.

Una vez pasado este tramo, nos sorprenderá el terreno que nos aparece. Una enorme sima nos surge a nuestra diestra. Ésta y otra situada al frente son las llamadas simas del Partagás. Continuamos por el sendero que ahora desciende. Prestando algo de atención, seguiremos las marcas blancas y amarillas del PR, puesto que en esta zona no está muy claro el sendero a tomar. De todas formas, iremos descendiendo teniendo siempre a nuestra derecha una de las simas. Unos minutos después, llegamos a la parte más baja del área en el que nos encontramos, donde se ubica una pradera. Aquí, varios senderos se bifurcan.

Seguimos hacia la derecha, volviendo a tener la sima por la que hemos descendido por su borde a nuestra diestra. Por esta otra parte, el sendero sigue sin estar muy claro pero, como anteriormente he citado, una de las simas del Partagás se nos queda a nuestra derecha. Unos metros más arriba, el sendero se vuelve bastante claro, puesto que está mucho más pisado. Algunas marcas blancas y amarillas nos indicarán que estamos en el camino correcto.

Pocos minutos después, una senda a mano derecha surge en nuestro camino. La tomamos, puesto que un poste con las marcas del PR nos indica que ese es el sendero correcto. Si continuásemos recto, llegaríamos al mismo lado, pero caminando unos metros más abajo. Seguimos ascendiendo. Unos metros después, un gran hito de piedras situado a la derecha nos llama la atención. Subimos hacia él, hacia nuestra diestra. Dicho mojón pétreo, es la "nueva" cima del Aitana, puesto que a la original no se puede acceder ya que está dentro del perímetro de un recinto militar. Por lo tanto, a 1548 metros de altura, se puede decir que hemos coronado el pico.

Pero una vez aquí, fijándome en el recinto militar, observo que unos metros más adelante, parece que hay una pequeña zona que está algo más alta que donde estoy, en el hito de piedras. Por lo tanto, bajamos hacia la senda del PR-V 20, continuando hacia la derecha en dirección al área militar. Unos pocos minutos después, a la altura de un par de encinas chaparras, giramos hacia la derecha, hacia lo alto de una piedra. Y, en efecto, este lugar tiene más altura que donde se sitúa el mojón de piedras. Concretamente... ¡1 metro más!. Mi GPS lo confirma: 1549 metros de altura. Ahora si que estamos en la "cima" del Aitana.

Puesto que no podemos ascender más (a no ser que llevemos en la mochila una cizalla para romper la alambrada del área militar), podemos afirmar que estamos en el lugar más alto de la provincia de Alicante.
 
Las vistas desde aquí son sencillamente espectaculares: el Puig Campana (con su singular brecha), el illot (islote) de Benidorm, el pantà d'Amadorio (pantano de Amadorio), el Cabeçó, el Montcabrer y la serra de Mariola, Bernia, Montgó y, por supuesto, el mar Mediterráneo. 360º de visión paisajística brutal.

¡Ah, se me olvidaba!. Como no nombrar la magnífica "vista" del recinto militar. Como bien dije anteriormente, el punto geodésico, o sea, el lugar más alto de la provincia de Alicante, la auténtica cima de Aitana, a 1559 metros de altura, se encuentra "secuestrada" por el ejército español. Con la época tan dramática de recortes que tenemos que soportar en este país y, sin embargo, el presupuesto para Defensa sigue aumentando. De locos. ¡Hay que hacer más el amor y menos la guerra!. En definitiva, todo el área militar estropea unas vistas preciosas.

Una vez que nos hayamos empachado de observar el territorio alicantino y de haber descansado un rato, volvemos nuevamente hacia el sendero PR-V 20, siguiendo hacia la derecha hasta las inmediaciones de la valla que delimita el perímetro del recinto militar. Aquí, el PR se dirige hacia la derecha, descendiendo la canal en busca de la font Forata. Nosotros nos hemos acercado hasta aquí para poder divisar el interior del área militar, buscando el punto geodésico del Aitana, situado al lado de la gran esfera. Es lo máximo que nos podemos acercar, puesto que me da cosa arrimarme a la valla, temiendo que esté electrificada y me dé un "pequeño" calambre. Mejor no probarlo. Por lo tanto, volvemos por la senda que nos ha traído aquí, hasta llegar nuevamente a los prados de Partagás, donde iniciamos el último tramo de ascenso al Aitana.


Ahora tenemos que girar a la derecha, subiendo la evidente loma que tenemos enfrente. Si mal no recuerdo, un cartel de madera nos señala la dirección a seguir hacia Benifato. La senda que sigue recto acaba unos metros después en el borde de otra de las simas de Partagás. Por lo tanto, nuestra dirección a segur será hacia la derecha, dejando a nuestra espalda el paso de la Zorra.

El sendero ascendente se divide unos metros más arriba, continuando por el de la izquierda.



Pocos minutos después, llegaremos a la parte más alta de esta loma. Nos giramos para contemplar por última vez la cima de Aitana.




El sendero continúa en dirección E, circulando a escasos centímetros del abismo (a la izquierda) que forma la rocosa muralla de la sierra de Aitana. Unos metros más adelante, el sendero se vuelve a bifurcar. Da igual el que tomemos, ya que ambos se volverán a unir después. El sendero de la izquierda nos guía por la parte más elevada de Peña Alta; el de la derecha continúa en la misma dirección pero unos metros más abajo.

Decidimos tomar éste último sendero, que continúa atravesando unas pequeñas manchas de encinas en estado arbustivo (chaparras). Cierto es que si huebiéramos elegido circular por el sendero de la izquierda, habríamos obtenido unas magníficas vistas de los pueblos vecinos de Benifato: Beniarda, Benimantell y el Castell de Guadalest, con su inconfundible torre-campanario. Pero como nuestros ojos ya han recibido una sobredosis de vistas panorámicas, decidimos no seguir este trayecto.

Minutos después, nuestro camino desciende vertiginosamente. Aunque observemos alguna senda que nos pueda surgir por nuestra diestra, deberemos ir siempre por el sendero más marcado, que no es otro que el que discurre cerca de los cortados situados a nuestra izquierda. Y es a partir de este punto, donde volveremos a asombrarnos por la belleza de las vistas que tenemos enfrente.


Bernia, el Penyal d'Ifac (Peñón de Ifac) y, si no me equivoco, Montgó y la ciudad de Dénia rodeados por el azul del mar Mediterráneo.

Seguimos nuestro camino, que una vez descendido comienza un corto ascenso, siempre hacia el E, con los cortados a nuestra izquierda que en algunos sitios, nos seguirán obsequiando con bonitas vistas. Unos minutos después, veremos una pista forestal que surge de nuestra derecha a bastantes metros por debajo de nuestros pies.

Dicho camino viene desde Sella y será el que nos guiará definitivamente hasta las fuentes de Partagás. Al rato, el sendero vuelve a descender de manera considerable hasta alcanzar la pista forestal. Estamos en el puerto de Tagarina. Hacia la derecha, la pista se dirige a Sella, por lo cuál tomamos la dirección contraria, hacia la izquierda.

Desde la pista forestal, iniciamos el camino descendente que nos llevará hasta el inicio de nuestra excursión. Dicho camino está balizado con la denominación de PR-V 10. Durante el trayecto, nos sorprenderá encontrarnos con ejemplares de arce y fresno, que nos indican que caminamos por una húmeda zona de la umbría de la sierra de Aitana.

Unos minutos después, observaremos una senda hacia nuestra izquierda. La tomamos y en un corto ascenso, nos lleva hasta un enorme pozo de nieve. Para volver al camino que transitábamos anteriormente, existe un sendero poco marcado situado al lado contrario de la entrada al pozo de nieve. Nosotros, volvimos al camino realizando "freestyle", puesto que tomamos un pequeño sendero situado a la derecha de la entrada a la antigua "máquina de hielo", que desapareció a los pocos metros de haberse iniciado, descendiendo hasta el camino llevando cuidado de no pisar ningún árbol plantado aquí gracias a las repoblaciones realizadas en esta zona de la sierra.

Una vez en el camino, continuamos hacia la izquierda en contínuo descenso. Pocos metros más abajo, un cartel situado a nuestra izquierda junto a un sendero, me hace pensar que en este punto es donde confluye el sendero que baja desde el pozo de nieve hasta el camino. Si lo es, que todo me hace indicar que sí, bajaríamos por aquí, y así minimizamos el riesgo de aplastar alguna especie vegetal.

Seguimos caminando para llegar al cabo de unos minutos, a la bifurcación que unas horas antes habíamos tomado hacia la izquierda para ascender al pico más alto de la provincia alicantina. Por cosiguiente, continuamos hacia la derecha, llegando en muy poco tiempo al área recreativa de las fuentes del Partagás, donde finalizaremos esta bonita excursión junto a los caños de la fresca y pura agua que brota de las entrañas de la sierra de Aitana, lugar que tardaremos en olvidar gracias a que sus maravillosas vistas han quedado marcadas en nuestras retinas para siempre.

DATOS RUTA



Tiempo empleado >>> 4,04 minutos



ACCESO

Desde Confrides tomar la carretera CV-70 dirección Benifato y Benimantell. Después de algo menos de 6 kilómetros, abandonamos dicha carretera para continuar hacia la derecha por un camino asfaltado que nos conduce hasta Benifato. En este tramo atravesamos 3 barrancos o arroyos estivales, los barrancs (barrancosMaset de MoraPullens Forat (Agujero).

Continuamos por el camino asfaltado bastante menos de 1 kilómetro, habiendo dejado atrás otro camino asfaltado que nos surgía a nuestra derecha. También habremos atravesado el barranc d'Ansanet (barranco de Ansanet). Justo antes de sobrepasar la señal que nos indica que estamos en Benifato, giramos hacia la derecha tomando un nuevo camino asfaltado, indicado con una señal que nos marca la dirección para llegar a las fuentes de Partagás.

Seguimos por este camino asfaltado, por el cuál se cruzan tres pistas asfaltadas. En el primer cruce, a escasos metros del inicio del camino por el que transitamos, seguimos hacia la izquierda; en el segundo, continuamos hacia la derecha y en el tercero, nuestra dirección correcta será la de la izquierda. Si mal no recuerdo, todos estos cruces están indicados menos el último, siguiendo siempre la dirección hacia las fuentes de Partagás, lugar en el que termina el asfalto. Después de casi 4 kilómetros recorridos, llegaremos al área recreativa de las fuentes de Partagás, donde estacionaremos nuestro vehículo.

14 enero 2012

SENDERO de la CORTADA

Después de algunos meses de inactividad, debido a la "casi" muerte de mi ordenador, el cuál llegó a estar en coma y que volvió a la vida una vez fueron aplicadas unas cuántas "descargas eléctricas". A día de hoy evoluciona favorablemente y se va recuperando poco a poco. Y para celebrar que sigue con nosotros, vamos a comentar una ruta excursionista realizada el pasado 1 de Noviembre por tierras valencianas, en cuáles el río Júcar a ido labrando unos cañones espectaculares y donde la ingenieria humana a podido remansarlo por medio de un embalse, el de Cortes II, muy cerca de la población de Cortes de Pallás.

Como bien dice su eslógan "Un mundo aparte", en el valenciano municipio de Cortes de Pallás se respira algo diferente. Puede ser que sea porque está aislado del mundo real: tráfico, prisas, contaminación, polígonos industriales, etc. Sólamente una carretera tiene acceso a este pueblo, sin contar algunas pistas forestales asfaltadas que también acceden a la población. Debajo de los cintos de la Cortada y, casi precipitándose a las aguas del Júcar, se levanta este bonito pueblo desde donde vamos a empezar a caminar por uno de los senderos más impresionantes de la Comunidad Valenciana, el sendero de la Cortada.

Existe un aparcamiento habilitado en la entrada de la población, bueno, son dos. El de la derecha es muy pequeño y el de la izquierda es mayor, aunque lo estaban arreglando cuando fuimos. De todas formas, seguro que encontramos algún hueco si dejamos nuestro vehículo en las cercanías del único surtidor de combustible que hay en el pueblo.

Comenzamos a caminar siguiendo la carretera por donde veníamos en dirección al centro de Cortes de Pallás. Unos metros después, llegamos a las inmediaciones del puente que salva las aguas del arroyo de Cortes, a nuestra derecha. Pues bien, desde este puente iniciamos nuestra excursión dirigiéndonos hacia la izquierda (situándose la iglesia al frente de nosotros y sin cruzar el puente), siguiendo el curso ascendente del arroyo de Cortes, a nuestra diestra.

Unos metros después, observamos a nuestra izquierda una balsa de agua, la fuente de Chapole y una señalización vertical de madera. Debemos de girar a nuestra zurda para después continuar a la izquierda siguiendo la indicación que nos marca el sendero SL-V 13, que a partir de ahora, con marcas verdes y blancas nos guiarán en todo el recorrido.

Iniciamos la subida por el camino acementado que en esta primera parte está bastante inclinado. Unos pocos minutos después, nos encontramos otra balsa de agua que nos surge a nuestra izquierda. Vamos atravesando algunas fincas privadas donde los animales domésticos nos saludan a nuestro paso. Unos metros más arriba, un camino asfaltado se cruza en nuestro itinerario. Seguiremos recto. El camino que se va hacia la derecha nos llevaría hasta la cascada del Corbinet, precioso salto de agua que crea el arroyo de Cortes antes de introducirse en el pueblo valenciano.

Continuando recto, unos metros después el camino se acaba y se inicia una senda. A partir de ahora, caminaremos practicamente en llano con algunas cortas subidas. Pocos metros después, encontramos una bifurcación de sendas, señalizada por marcas verdes y blancas en una prominente roca. Podemos escoger a izquierda o derecha, ya que a partir de aquí, la ruta es completamente circular. Prácticamente todas las guías y folletos del sendero, indican que sigamos hacia la izquierda, para acometer el paso por el sendero de la Cortada en primer lugar, pero nosotros vamos a ir por la derecha, siguiendo el curso del arroyo de Cortes.

Por lo tanto, seguimos hacia la derecha. El sendero, muy cómodo de transitar, nos va guiándo entre brezos hacia la cabecera del arroyo de Cortes. Comenzamos a obtener las primeras vistas del pueblo de Cortes de Pallás con el embalse al fondo a nuestras espaldas. Vamos bordeando la Muela de Cortes, cuyas altas paredes siempre tendremos a nuestra zurda. Minutos después, una vez atravesada una pétrea cornisa, descubrimos la cercanía del arroyo de Cortes, a nuestra derecha. Un primer salto de agua, de unos 2 a 3 metros, verifica mi temor. ¡Por lo que veo, creo que va a ser necesario un traje de neopreno para atravesar esas gélidas aguas!, exclamo. Unos metros más abajo, el árido cauce del arroyo de Cortes nos saluda completamente seco. Menos mal que yo no llevaba calzado de repuesto, el cuál si llevaban algunos miembros de esta "expedición", aconsejados por mí.

La verdad, es que esto lo intuía, puesto que después de un verano bastante seco en precipitaciones, el otoño ha sido igual, muy escaso en lluvias. Pero como sólamente unos días antes, por esta zona habían caído unos cuántos litros de agua, pues les aconsejé a mis compañeros que se llevasen a esta excursión un calzado de repuesto para vadear un arroyo que, en caso de fuerte caudal, el agua nos cubriría hasta más arriba de los tobillos (todo esto después de haberme documentado bien en caso de crecida del cauce en días posteriores a fuertes lluvias). Sinceramente no me esperaba un gran caudal acuático, pero aunque el preciado líquido hubiese corrido por el cauce creando unas mínimas hileras de agua por las cascadas, me hubiese bastado. Pero no pudo ser y, por lo tanto, recomiendo la primavera como la mejor de las estaciones para realizar este trayecto.

Continuamos nuestro camino un poco desilusionados al no poder contemplar los saltos de agua que crea el arroyo de Cortes en una bonita sucesión de cascadas. Unos minutos después, la senda gira hacia la derecha, hacia la parte alta de una de las cascadas tobáceas, ésta de 3 a 4 metros de altura, que debe de ser preciosa cuando las aguas se deslicen por ella. En esta zona tenemos que atravesar el cauce del arroyo. Pero este paso no se hace al lado de la cabecera de la cascada, sino que tenemos que seguir unos pocos metros hacia la izquierda (sin cruzar el arroyo) siguiendo por el margen zurdo del cauce, hasta que veamos unas piedras colocadas estratégicamente en el vado del arroyo, donde una marca verde y blanca nos espera en la otra orilla. Una vez atravesado el cauce, giramos hacia la izquierda y continuamos unos cuantos metros ahora por la otra orilla del arroyo, por el margen derecho según nuestro sentido de la marcha.

Unos metros después, la senda nos guía hacia la derecha, debiendo de subir un tramo con bastante inclinación. Si alzamos la mirada hacia el arroyo de Cortes, cauce arriba, podremos distinguir la última de las cascadas que crea el arroyo, siendo ésta la más alta de todas. Pero sin agua, es difícil averiguar su situación. Después de atravesar una pequeña acequia (que sí que llevaba agua), el sendero nos lleva hasta el encuentro de una pista forestal. Debemos de seguir hacia nuestra zurda para al cabo de unos pocos metros, seguir el ramal de la izquierda. Durante este corto tramo, nuestro sendero SL-V 13 coincide con el PR-V-252.

Existe la posibilidad de visitar el nacimiento de agua del manantial de San Vicente si siguiéramos el camino hacia la derecha, puesto que está a unos pocos minutos desde la bifurcación donde nos encontramos. Pero como está todo bastante seco, no nos acercamos puesto que tememos que el manantial se encuentre sin una gota de agua. Por lo tanto, continuamos hacia la izquierda.

Comenzamos una corta bajada, que nos hace atravesar nuevamente la acequia hasta que llegamos por segunda vez al cauce del arroyo de Cortes. En este caso, el vadeo del cauce es claro, puesto que tenemos que cruzarlo recto. Aquí también hay piedras colocadas en el cauce para no mojarse los pies, siempre y cuando el caudal sea normal.

Una vez atravesado el cauce, el sendero asciende para después llevarnos sobre unas cornisas, a unos cuántos metros por encima del lecho del arroyo, que volvemos a mantener a nuestra derecha.


El sendero, siempre en ligero ascenso se dirige a un promontorio rocoso con forma de proa de barco justo enfrente de nosotros. Ésta pétrea mole, separa los cursos de agua (cuando hay) del arroyo de Cortes y el barranco de Huesca. A la izquierda, una curiosa forma geológica nos habrá llamado la atención anteriormente. La "Ventana del Águila" es un agujero formado en la roca que da un toque embellecedor a los cortados de la Muela de Cortes. Unos minutos después, nuestro camino comienza a descender hasta alcanzar casi el cauce del arroyo de Cortes. Unos metros atrás, nos apercibimos de por donde transitará el sendero, bien marcado por las zetas que dan lugar al paso de la Franca, hacia nuestra izquierda.

Una vez llegado a las cercanías del arroyo, comenzamos el ascenso del paso de la Franca. En primer lugar, el sendero asciende poco a poco pero sin perder inclinación en ningún momento. Después comienzan las zetas, una sucesión de revueltas del sendero que hacen que sea más divertida y pausada la subida. Llegados a la pared, podemos tomarnos un merecido descanso a la sombra que nos ofrece la roca, antes de afrontar lo que nos queda de subida.

Una vez repuestas nuestras energías, continuamos por el sendero que asciende decididamente pegado a la roca y con una anchura que no da margen al error, puesto que el aéreo camino tiene una altura a tener en cuenta. De todas formas, a no ser que la piedra esté mojada, no tiene el más mínimo problema atravesarlo, siempre y cuando tengamos cuidado. Aviso para las personas con vértigo.


Acabamos de atravesar el paso de la Franca. A continuación, debemos de seguir ascendiendo por el sendero SL-V 13 que en unos minutos, después de una corta pero exigente subida, nos deja en la parte alta de la Muela de Cortes, donde nuestros ojos disfrutarán de las impresionantes vistas que nos rodean.

Siguiendo nuestro camino, el sendero llanea atravesando el lapiaz formado por la disolución de la roca caliza por el agua. Las marcas blancas y verdes nos guían entre un mar de arbustivas encinas.


Unos minutos después, el sendero acaba en una pista forestal. Seguimos hacia la izquierda. Una flecha en el suelo nos indica el camino correcto. La pista por la que ahora vamos a transitar, rodea el embalse de la Muela, a nuestra derecha.

Aunque no lo podamos ver, puesto que una alambrada nos impide el paso, podemos imaginarnos como debe ser, porque tiene toda la pinta de una balsa de captación de agua al igual que las que existen en la zona de donde somos nosotros, solo que ésta es enorme, con una capacidad de 20 hm3. Este embalse tiene la finalidad de generar energía hidráulica, descargando agua por el día para producir electricidad y recargándose por la noche ya que a ésta franja horaria, la electricidad es más barata.

En el futuro, tendrá que generar energía suficiente para poder compensar la paralización de la central nuclear ubicada en la vecina localidad de Cofrentes. Cuando acaben las obras que se están realizando, será la mayor planta hidroeléctrica de bombeo de Europa, generando más potencia que la central nuclear de la citada Cofrentes.

Por cierto, hay algunas personas que han atravesado la alambrada (no sé por que lugar) y han ascendido por la piedra acumulada en el exterior del vaso del embalse para ver el interior del mismo. Vosotros mismos. Nosotros no lo hicimos, puesto que no creo que merezca mucho la pena el esfuerzo que tienes que realizar para ver al final una balsa totalmente artificial. De todas formas, no hubiéramos podido pasar, puesto que habían personas trabajando en el exterior del embalse.

Nuestro camino, siempre acompañado a nuestra zurda por una joven pinada de rodeno, se va estrechando por la cercanía del vallado, hasta que unos minutos después el camino gira hacia la izquierda. Unos metros más adelante a nuestra zurda, un panel informativo nos indica que estamos en la zona conocida como la Cortada, junto con la descripción de un sendero. Dicho sendero nos surge a la derecha, y es el que nos marca el camino correcto de vuelta a Cortes de Pallás, el famoso sendero de la Cortada.

Pero nosotros, antes de acometer el bellísimo sendero, seguimos recto por el camino que transitamos para llegar, al cabo de unos minutos, a las inmediaciones de un recinto con antenas. Antes de llegar a él, una pequeña caseta que sirve como mirador, a nuestra derecha, nos ofrece las mejores vistas del embalse de Cortes II y la fosa que ha labrado el río Júcar a lo largo de los tiempos. El castillo de Chirel también es un bonito objetivo de nuestros prismáticos, además de poder observar a alguna rapaz sobrevolando los cortados.

Otro buen lugar para descansar. Una vez colmada nuestra visión por las impresionantes vistas, volvemos sobre nuestros pasos, para comenzar el descenso hacia el pueblo de Cortes de Pallás, por el sendero de la Cortada, que ahora nos surge a nuestra izquierda.

Tomamos el sendero y, a los pocos metros, nos vamos dando cuenta de lo que va a suponer el descenso por este lugar.


Las vistas hacia el embalse son impresionantes, pudiendo elegir una panorámica diferente al menos en tres "miradores" distintos, a cada cuál mejor.



Conforme vamos descendiendo, el sendero se vuelve más pedregoso, piedras estratégicamente colocadas por los musulmanes, puesto que fueron ellos, los que crearon esta maravillosa obra de la ingeniería por aquellas épocas.

La existencia de fresnos durante casi la totalidad del sendero y de algún ejemplar de arce, nos indica un índice mayor de humedad en esta cara de la Muela de Cortes, acompañados por un extenso bosque de pinos.

Y como no, el increible trayecto del sendero, atravesando cornisas aéreas, que aunque anchas, nos sugieren el máximo respeto. El sendero, siempre en descenso, salva el desnivel de un barranco vertical por una sucesión de zetas impresionantes.


En definitiva, una delicia de sendero que hará que gastemos casi toda la tarjeta de memoria de nuestra cámara fotográfica. Solamente hay un pero: no quiero ni imaginarme el cuidado que se tendría que llevar descendiendo este sendero si ha llovido recientemente, estando la piedra mojada, ya que en algunos sitios la roca se vuelve muy resbaladiza. Atención.

En nuestro descenso, pasaremos muy cerca de la cueva de la Mora, más o menos a la altura del comienzo de las zetas empedradas.

Unos metros más abajo, el camino pierde inclinación y minutos después, llegamos a la bifurcación de caminos por la que pasamos horas antes, en la gran piedra donde están las marcas blancas y verdes del SL.

Seguimos hacia la derecha, siguiendo los mismos pasos que nos han llevado hasta aquí. En resumen: seguimos por el sendero hasta que éste termine; continuamos por el camino hasta que se nos cruce el camino asfaltado siguiendo recto, descendiendo; bajamos por el camino acementado pasando la primera de las balsas de agua hasta llegar al pueblo, donde al lado de la segunda de las balsas acuáticas seguimos hacia la derecha en paralelo al arroyo de Cortes, hasta llegar al puente donde comenzamos esta excursión.

Y es aquí donde acaba este itinerario, que también es denominado como ruta Cavanilles. La mala suerte de encontrarnos el arroyo de Cortes seco fue lo único que deslució este recorrido, qué, como bien he dicho antes, es preferible hacerlo en primavera o, en su caso, después de un episodio de copiosas precipitaciones. Por todo lo demás, más o menos he intentado trasladar lo que mis ojos y mis piernas sintieron al recorrer este rincón del interior de la provincia valenciana. Lo resumiré para todos aquellos amantes de la naturaleza en una sola palabra: imprescindible. Volveremos.

Por cierto, aconsejo a las personas que vayan a realizar esta excursión, que se dejen un poco de tiempo para visitar la cascada del Corbinet, un paraje de singular encanto, siempre y cuando el agua corra por el arroyo de Cortes. Otra belleza de Cortes de Pallás; recuerden, "Un mundo aparte".

Se me olvidaba. También existe la posibilidad de llegar a Cortes de Pallás por agua, por medio de un crucero fluvial que inicia su recorrido en el embarcadero de Cofrentes y que nos lleva, en unos 3/4 de hora de tiempo y en 14 kilómetros, hasta el embarcadero de Cortes de Pallás, por un remansado río Júcar. Interesante y diferente manera de acceder a este rincón valenciano. Cómodo, tranquilo y disfrutando de las vistas. Habrá que probar. 

DATOS RUTA



Tiempo empleado >>> 3,23 horas 



ACCESO

Desde Cofrentes, seguir la carretera N-330 dirección Requena, durante prácticamente 12 kilómetros. Por el camino atravesaremos el río Cabriel y 6 barrancos u arroyos estivales, coronando el puerto de Chirrichana.

Una vez recorrida la distancia anteriormente citada, tomamos la carretera que nos surge a la derecha, con indicación a Cortes de Pallás. Ahora vamos a circular por una sinuosa carretera cuya denominación es CV-425. Durante el trayecto atravesamos 5 barrancos u arroyos estivales, los barrancos del Abrevador, del Perellóde la Cierva, la rambla de los Gallegos y la cañada de Pepín. Casi 21 kilómetros recorreremos hasta el siguiente cruce de caminos. Solamente una carretera nos puede confundir, y es la CV-433 que a casi 4 kilómetros del inicio de la carretera CV-425, nos surge por la izquierda y se dirige hacia Casas de Soto y Los Pedrones. Nosotros, siguiendo la CV-425, pasaremos por las pedanías de las Viñuelas, los Herreros y Venta de Gaeta.

En el siguiente cruce de carreteras, tomamos la de la derecha, denominada CV-428 con indicación a Cortes de Pallás y que después de cruzar 5 barrancos u arroyos estivales, el barranco de la Cierva, la rambla de los Gallegos y el río Júcar, además de la aldea de el Oro, nos conduce a Cortes de Pallás en poco menos de 17 kilómetros.

Justo al inicio del pueblo, encontramos un primer parking a mano derecha, siendo éste bastante pequeño. Enfrente del parking, o sea, a mano izquierda conforme entramos en Cortes de Pallás, tenemos otro aparcamiento, éste algo más grande, aunque cuando nosotros fuimos, estaban reformando la zona, y no se podía acceder a él. De todas formas, al lado de éste último aparcamiento, existe un surtidor de combustible y en sus inmediaciones podemos estacionar nuestro vehículo.

Si queremos visitar la cascada del Corbinet, debemos de adentrarnos un poco más en el centro del pueblo. Justo cuando veamos un puente a nuestra derecha el cuál nos da acceso al casco urbano, debemos de tomar una calle que sale a nuestra izquierda, con una señal que indica la dirección hacia el Corbinet. Seguimos dicha calle que a los pocos metros se convierte en un camino rural asfaltado y que nos lleva sin ninguna pérdida hasta el paraje del Corbinet, un bello enclave natural con una preciosa cascada, rodeada de una bonita área recreativa. Realizaremos este tramo en bastante menos de 2 kilómetros. Merece la pena visitar este lugar. Atención al camino puesto que es bastante estrecho.