IBERIA NATURA

Dicen que hace muchos años, una ardilla podía cruzar la península Ibérica de lado a lado sin bajarse de los árboles. Eso hoy en día, a cambiado bastante.
Pero tenemos la satisfacción de contar con el país de mayor biodiversidad de flora y fauna de todo el continente europeo.
Más del 12% del territorio español está protegido por alguna denominación como Parque Nacional, Parque Natural, Reserva Natural, Paisaje Protegido, etc. Eso supone la protección de más de 6 millones de hectáreas terrestres y más de 254000 hectáreas marinas.
Es maravilloso caminar por alguno de estos espacios y observar el vuelo de un águila imperial; el ruido de un arroyo precipitándose por una cascada; el escándalo de la berrea producida por el celo del ciervo; el cambio de color de los hayedos en otoño...
Por todo esto y más, me lancé a crear este blog, para que a las personas que les guste caminar y observar la fauna y flora, sepan donde están los rincones naturales más bellos de este increible país de contrastes.
NO SOLO LOS HOMBRES HABITAMOS ESTE PLANETA.
¡¡¡CUÍDALO!!!



21 julio 2009

PENYAGOLOSA

Aprovechando la cercanía de tierras valencianas, nos decidimos a subir al pico por excelencia de la Comunidad Valenciana, el Penyagolosa.

Desde la castellonense ciudad de Vistabella del Maestrazgo, nos dirigimos hasta Sant Joan de Penyagolosa, lugar donde comienza nuestro ascenso al punto más alto de Castellón.


Iniciamos nuestro recorrido en el esqueleto del olmo que preside este lugar. Subimos por las escaleras situadas al lado de la fuente y continuamos en dirección a la cruz que se sitúa un poco más arriba. Bajamos de ésta por senda hasta llegar a un monumento situado al inicio de un camino y que a partir de aquí, ya nos indica la dirección para subir al pico.

Siguiendo por la pista forestal hacia la derecha, a los pocos minutos llegaremos al cruce del barranco de la Pegunta (barranc de la Teixeira, se denomina en mi GPS).

Es aquí, donde seguimos la dirección de éste, o sea, hacia la derecha, comenzando un ascenso que en los primeros metros es inapreciable pero poco a poco, la senda subirá más su desnivel.

Este trayecto es el más bonito de todo el recorrido. Podremos ir observando la flora característica del barranco de la Pegunta a través de sus muchos paneles informativos que nos indican la especie que tenemos delante. Sólo encuentro un pequeño problema, y no es otro de que los paneles están escritos en valenciano, que aunque uno sabe algo, no estaría de más que los no valencianoparlantes nos lo doblasen al idioma de Cervantes.

Pronto llegaremos a un punto en el que a mano izquierda encontramos la fuente Nova, lugar en el que brota el agua proveniente de la fuente de la Pegunta, situada un poco más arriba. Seguimos nuestro ascenso por la derecha de la citada fuente Nova hasta alcanzar una bifurcación. Nuestra senda será la derecha pero nos introducimos por el de la izquierda para observar la fuente de la Pegunta.

Una vez visto este pequeño manantial, reanudamos nuestra excursión por la anteriormente citada bifurcación. A estas alturas, nos habremos dado cuenta de que existen marcas blancas y amarillas correspondiente al PR - V 64 que lleva hasta la cima del Penyagolosa y también algunos hitos de piedra nos guiarán cuando tengamos algún problema de orientación.



La senda empieza a picar algo más, pero el paisaje merece la pena: pino laricio al comienzo, pino silvestre poco más arriba de la fuente de la Pegunta, tejo, arce, manzano silvestre y hiedra, adornando los altos ejemplares de pino.


En alguna ocasión, la senda se bifurcará, dando igual cual tomar ya que ambas se dirigen al mismo sitio.



Y así, observando las diversas especies florísticas y escuchando el cantar de algún ave cercana, llegamos a un punto donde un cartel de madera nos informa que el camino hacia la cima se dirige por la izquierda. Si tomásemos la poco visible senda de la derecha, nos llevaría al mismo lado pero por el barranco del Forn (en mi GPS, lo sigue denominando barranc de la Teixeira).


Nuestra senda sigue en subida, ahora algo más empinada hasta pasados unos minutos alcanzar otra bifurcación.

Tomamos la de la izquierda siguiendo la indicación de nuestro amigo el "pajarico", emblema de los parques naturales valencianos. Aquí el camino se ensancha, reduciendo el desnivel paseando bajo los pinos silvestres rodeados de una bonita pradera verde.

Unos metros más adelante, un panel de madera nos indica que hacia la derecha y por senda, alcanzaremos la Banyadera, que es por donde transita las marcas amarillas y blancas del PR - V 64; pero nosotros seguimos por el camino hacia la izquierda hasta pocos minutos después y atravesando una "cadena" artesanal, nos deja en el camino forestal que dejamos al inicio del barranco de la Pegunta.

Estamos en la zona conocida anteriormente como Banyadera, donde se ubica una encrucijada de caminos. Continuamos por el camino hacia la derecha, desechando otros dos caminos que nos surgen por el margen izquierdo hasta alcanzar un desanche bastante amplio en el cuál iniciaremos la última parte de la ascensión al Penyagolosa por la senda que se inicia a la izquierda del camino.

En este lugar, llamado por algunos el Corralito, inician el ascenso algunos excursionistas con la intención de llegar a cima ahorrándose todo el recorrido posible a pie. Pero se pierden el esplendor del majestuoso barranco de la Pegunta. Es un buen lugar para descansar un rato y afrontar lo que nos queda de subida al pico, que a partir de ahora va a ser algo más duro. Como bien hemos dicho, iniciamos la subida por la senda (indicada con los correspondientes postes de madera).



El principio es lo peor en cuestión a inclinación pero el hermoso paisaje dominado por el pino silvestre lo hace más llevadero.




Algún cartel también nos indica que debemos de llevar el máximo cuidado posible y transitar únicamente por la senda sin salirnos de ella, ya que si lo hacemos, erosionamos el terreno y perjudicamos a las personas que llevan a cabo el trabajo de rehabilitación de dicha senda.

Poco a poco pero sin descanso, vamos ascendiendo y al cabo de unos minutos, nos damos cuenta de que la senda empieza a zigzaguear, lo que hace que la subida se haga menos dura.

Minutos después, pasaremos al lado de un refugio (no es un refugio en sí, pero se puede utilizar como tal) que está algo descuidado, ya que no tiene puerta (bueno, si que tiene, pero está dentro de éste a modo de banco) y bastante sucio y como no, lleno de pintadas. Desde aquí y humildemente, hago una reclamación a la consejería de medio ambiente de la Comunidad Valenciana para que sanee el refugio y con más razón aún, ya que estamos en un parque natural. Pero por lo menos no tiene goteras y personalmente, nos sirvió de cobijo cuándo bajando del pico, nos empezó a caer el "diluvio universal".

Seguimos nuestro trayecto senda arriba, para unos cuántos minutos después desechar una senda que nos sale por nuestra izquierda y que nos llevaría al Portellàs; algo más arriba, otra vez lo mismo con los mismos protagonistas: senda a nuestra izquierda que nos lleva al Portellàs que también la desechamos. Al cabo de un rato, observamos que la flora va desapareciendo poco a poco, indicio de que estamos cerca de la cumbre. Y efectivamente, una vez que no vemos rastros florísticos, solo especímenes de matorral rastrero, alzamos la cabeza y ya podemos observar la garita de vigilancia del Penyagolosa. Un par de zetas más y llegamos arriba, saludamos al encargado de la citada garita, caminamos unos pocos metros hacia el punto geodésico, subimos por la pequeña ferrata y... contemplamos el inmenso paisaje desde el pico más alto de Castellón, el Penyagolosa, a 1814 metros de altura.

Tenemos la opción de llegar a la cima oeste, donde se ubica una pequeña caseta que creo que sirve como estación meteorológica, donde tenemos unas buenas vistas de la cima principal.

Una vez terminado la observación de la zona que nos rodea y de haber descansado un poco, iniciamos nuestro descenso por el mismo camino de subida.

En el anteriormente citado Corralito o inicio de la senda que sube al pico, podemos tomar varias alternativas: tomar la senda que nos lleva hasta Sant Joan de Penyagolosa por el barranco de Teixera (o rambla de la Teixeta, según mi GPS) siguiendo el PR - V 64 (que como podeis intuir es un PR circular); seguir la senda del barranco del Forn hasta enlazar con el barranco de la Pegunta; bajar hasta el inicio del barranco de la Pegunta por la pista forestal o bajar por el camino de subida. Cualquiera de estas opciones nos llevará hasta el inicio de nuestra excursión que nos ha llevado a una cima más, una de las más bonitas de la Comunidad Valenciana, dentro del Parc Natural de Penyagolosa, del cuál nos despedimos con la poesía que pervive en la base del pico más alto de Castellón, el Penyagolosa:

Penyagolosa, gegant de pedra:
La teua testa, plena de neu.
Penyagolosa, Penyagolosa.
A la tempesta, al sol i al vent.
Fita senyera del poble meu.

Una cosa más: el PR al que me refiero en la excursión es el PR - V 64, aunque hay un gran entramado de PR's que circulan por el mismo itinerario pero con nomenclatura distinta. Por ejemplo, desde Sant Joan de Penyagolosa hasta la Banyadera por el barranco de la Pegunta, también transita el PR - V 74; y desde Sant Joan de Penyagolosa hasta el Corralito por el barranco de la Teixera, discurre igualmente el PR - V 79. Y algunos que me dejaré. Solamente he cogido como referencia el PR - V 64 porque es el que más se ciñe a mi excursión.

En definitiva, una inmensa madeja de senderos señalizados en colores amarillo y blanco.

DATOS RUTA

Tiempo empleado >>> 1,35 horas

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ACCESO

Partiendo de Vistabella del Maestrazgo, se toma la carretera CV - 170 dirección Moli Azor y Puertomingalvo.

Pasados casi 2 kilómetros, se toma una pista asfaltada a la izquierda que nos llevará hasta Sant Joan de Penyagolosa (está indicado). Tenemos que seguir el asfalto y solamente otro camino asfaltado nos saldrá en nuestro trayecto a mano derecha que desecharemos. Cruzaremos en un par de ocasiones la rambla del Pla y haremos lo mismo con el barranc del Avellanar.

Después de algo menos de 8 kilómetros y habiendo pasado el control de acceso al parque natural, entraremos en el caserío de Sant Joan de Penyagolosa, aparcando nuestros vehículos cerca del esqueleto del olmo que preside dicho caserío.

13 julio 2009

NACIMIENTO del RÍO PITARQUE

Aprovechando que mi mujer tenía una semana de vacaciones y yo "también", decidimos escaparnos del calor de nuestra ciudad e irnos unos días a visitar unas zonas turolenses en las que no habíamos estado nunca: el Maestrazgo y la sierra de Gúdar.

Y la verdad es que cambiamos el sofocante calor por las noches frías y los días lluviosos.

Y en un día de éstos, después de más de 80 kilómetros de interminables curvas, 5 puertos de montaña pero un precioso paisaje, nos plantamos en Pitarque (Teruel), para realizar una corta pero bonita excursión, la del nacimiento del río Pitarque.

Iniciamos nuestro trayecto en la parte baja del pueblo, a unos metros de una fuente pública, donde se ubican los primeros paneles informativos sobre las excursiones de la zona. Continuamos descendiendo, siguiendo el cartel que nos indicaba la dirección al nacimiento del Pitarque, por minúsculas calles por la que fluye el agua por pequeños canales pegados a las paredes de las casas; así, hasta llegar a la parte más baja del pueblo donde a la derecha comienza el pequeño camino que en algo más de una hora nos llevará a la zona del nacimiento del Pitarque.

En este punto se encuentra un panel informativo sobre la excursión que vamos a realizar. Debemos de seguir las marcas del GR - 8 (rojas y blancas) hasta pasada la central eléctrica.

Tomamos el estrecho camino que en sus primeros metros atraviesa las huertas del pueblo; éstas, aterrazadas mediante la contrucción denominada piedra en seco.

Dicho camino va ascendiendo poco a poco, pudiendo obvervar los primeros especímenes de arce y conplemplar el majestuoso vuelo del buitre leonado en la rocosa pared que emerge por nuestra derecha. En la ladera opuesta, el quejigo es el árbol protagonista. A estas alturas, ya se puede intuir el camino que nos llevará hasta el nacimiento, encajonado en el fondo del valle.

Continuamos andando, siempre siguiendo las marcas blancas y rojas, desechando cualquier senda o camino que nos surja tanto a la izquierda como a la derecha. A los pocos minutos, llegaremos a la ermita de la Virgen de la Peña, buen lugar para realizar un corto descanso, sentados en el interior de la entrada de la ermita.

A partir de aquí, el camino se transforma en senda. Una vez terminado nuestro descanso, seguiremos caminando para poco después oir el rugir del agua que nos indica la presencia de una cascada próxima, la cuál atravesamos llegando hasta la central eléctrica, hoy en desuso.

Continuamos nuestro itinerario, pasando al lado de otra cascada. Ambas cascadas son el fruto de filtraciones del canal que se dirige a la central, pudiendo observar dicho canal en una zona de rocas travertínicas, un poco más adelante. Poco a poco, y siempre en suave ascenso, vamos adentrándonos en el cañón que forma en su inicio el Pitarque.

Seguimos con nuestra excursión y pocos minutos después, la senda se bifurca. Tomamos el ramal de la izquierda, denominado PR - TE 67, por lo tanto, a partir de ahora debemos de seguir las marcas amarillas y blancas. Por el ramal de la derecha, nos dirigiríamos a Cañada de Benatanduz por el citado GR - 8. Debo de reconocer que no se a ciencia cierta, el lugar exacto del cruce de sendas anteriormente citado. Creo recordar que está pasado la central eléctrica pero lo que es seguro es que es después de cruzar la ermita. Resumiendo, o entre la ermita y la central o pasado la central. Lo que está claro es que no hay perdida posible.

Conforme transcurre nuestro caminar, vamos dándonos cuenta de que la vegetación es más densa, gracias al estupendo estado de conservación del bosque de ribera del Pitarque.


Sauces, chopos, fresnos, serbales, arces, avellanos... lo atestiguan.

A partir de aquí, algunas sendas nos salen por la izquierda, bien nos llevan a algún mirador natural del valle o se dirigen a la orilla del Pitarque, con sus asombrosas pozas de colores bellísimos.


Minutos después, la senda se bifurca, debiendo tomar la de la izquierda para pocos minutos después, atravesar el río Pitarque por un puente de cemento.

Nada más pasarlo, girar a la derecha, circulando por debajo del abrigo natural que ha creado la erosión del agua. Es en toda esta zona donde el río Pitarque "nace", por alguna de sus múliples surgencias de agua, ya que es de varios sitios donde el agua brota de la pared.

Uno de estos sitios es un tubo con forma de cara de guerrero que en épocas de gran caudal de agua, brota por su interior expulsando el agua por abajo como si la estuviera escupiendo. Además, se puede ascender a la cima de dicho tubo mediante "grapas" y agujeros tallados en la piedra para apoyar los pies.

Podemos dar por finalizada aquí la excursión o continuar un poco más adelante, cruzando el río por piedras estrategicamente colocadas hasta llegar a una poza, la cuál recibe su agua mediante una cascada, siendo este el lugar donde se dice que nace el Pitarque, también denominado como "Ojos del Pitarque".

Y es que, realmente el río Pitarque nace en el término municipal de Fortanete, muy cerca de dicha población, por la unión de los barrancos de Mal Burgo y de la Hoz. Dicha fusión está unos cuántos kilómetros más arriba pero como allí el río prácticamente carece de agua y lo poco que brota pronto se sumerge, es aquí donde le han dado la catalogación de nacimiento.

Por cierto, la pequeña presa que habita en este lugar, servía en el pasado para llevar el joven agua a la central eléctrica mediante el canal que habíamos visto anteriormente.

Bueno, ahora si damos por terminada está magnífica excursión, una de las mejores que se pueden realizar en el Maestrazgo turolense. Obviamente, el camino de vuelta es el mismo que el de ida, pudiendo volver a disfrutar de todo lo acontecido anteriormente.

Si vamos en época estival, podremos disfrutar de un refrescante, mejor dicho, muy refrescante baño en alguna de las pozas que crea el río, pudiendo compartir zonas de baño que utilizan la nutria y la trucha común, animales que junto a los anteriormente citados buitres leonados y cabras montesas son los auténticos pobladores de este maravilloso enclave natural que por cierto, va a ser nombrado monumento natural por el gobierno aragonés. Enhorabuena, Pitarque.

¡Ah!. Una cosa más. Pronto aprendí el porqué del verdor de esta zona y ni más ni menos que es la cantidad de agua, no la del río sino la del cielo, porque nos calló una tromba de agua que duró casi hora y media. Menos mal que entre los árboles y la ermita evitaron que acabásemos empapados.

DATOS RUTA

La distancia horizontal está tomada a la vuelta de la excursión, no a la ida, por problemas técnicos.

Los datos del perfil los he invertido, ya que tuve problemas técnicos con el GPS a la ida de la excursión. Por lo tanto el perfil correcto lo logré a la vuelta.

Tiempo empleado >>> 1,27 horas



ACCESO

Llegamos a Pitarque después de menos de 4 kilómetros de la estrecha carretera TE-V-8042, que nace en un cruce de la carretera A-1702 que une los pueblos de Ejulve y Villarluengo.

A los pocos metros después de entrar en el pueblo, nos encontramos con la iglesia, lugar donde dejaremos nuestro vehículo a ser posible. Si no hubiera sitio, podemos aparcarlo a un lado de la carretera siempre y cuando no estorbe.

Al lado de la iglesia, ya encontramos la primera indicación hacia el nacimiento del río Pitarque y solamente tendremos que seguirla, callejeando por el pueblo y siempre en bajada, hasta encontrar la segunda indicación, siguiéndola hasta llegar a una fuente con un antiguo lavadero público y a los pocos metros encontrarnos con los primeros carteles informativos de las rutas que podemos realizar por esta zona. Aquí es donde empezará nuestra excursión.