IBERIA NATURA

Dicen que hace muchos años, una ardilla podía cruzar la península Ibérica de lado a lado sin bajarse de los árboles. Eso hoy en día, a cambiado bastante.
Pero tenemos la satisfacción de contar con el país de mayor biodiversidad de flora y fauna de todo el continente europeo.
Más del 12% del territorio español está protegido por alguna denominación como Parque Nacional, Parque Natural, Reserva Natural, Paisaje Protegido, etc. Eso supone la protección de más de 6 millones de hectáreas terrestres y más de 254000 hectáreas marinas.
Es maravilloso caminar por alguno de estos espacios y observar el vuelo de un águila imperial; el ruido de un arroyo precipitándose por una cascada; el escándalo de la berrea producida por el celo del ciervo; el cambio de color de los hayedos en otoño...
Por todo esto y más, me lancé a crear este blog, para que a las personas que les guste caminar y observar la fauna y flora, sepan donde están los rincones naturales más bellos de este increible país de contrastes.
NO SOLO LOS HOMBRES HABITAMOS ESTE PLANETA.
¡¡¡CUÍDALO!!!



22 mayo 2009

CAÑÓN del LUCHENA

Vamos a seguir desmitificando de que en la Región de Murcia no hay agua; ésta existe, y no me refiero al río Segura, sino a un río en especial, que gracias a la labor del hombre de estancarlo mediante embalses, riega la huerta lorquina. Me refiero al río Luchena.

Situado en la sierra de Pericay, en una gran masa forestal que sirve como "pulmón verde" a la comarca alta de Lorca junto con la sierra del Gigante; límite fronterizo con la vecina provincia de Almería, lindando con el parque natural de Sierra de María - Los Vélez.

Partiendo del pequeño pueblo de Zarcilla de Ramos (Murcia), una pista asfaltada nos conducirá hasta el embalse de Valdeinfierno. A los pocos metros de aquí, el asfalto cambia a tierra, y unos kilómetros después, llegaremos a nuestro destino, la casa forestal de Iglesias.

Es en esta citada casa, hoy reconvertida en albergue turístico, donde comenzará nuestro itinerario.

Iniciamos nuestro recorrido por el camino que se dirige hacia La Fuensanta, que es el que se situa justo enfrente de la casa forestal de Iglesias.

El camino, o mejor dicho, la pista forestal de tierra nos lleva en sentido ascendente, tras unos minutos, a un cruce de caminos. Tomamos el ramal izquierdo, ya que el derecho nos llevaría hasta el citado pueblo de La Fuensanta.

Siempre en ligero ascenso, bordearemos el Cerro de los Machos, contemplando a nuestras espaldas la sierra del Gigante.

Seguiremos nuestro camino, rodeados de la gran masa arbórea que representa el pino carrasco, hasta llegar al collado de la Carrasca.

Cogemos el camino de la izquierda, ya que el de la derecha nos llevaría por la ruta de la Hoya del Navajo. De todas formas, unos carteles de madera nos indicarán nuestra correcta dirección, la ruta del río Luchena.

A partir de aquí, el camino comienza a descender. Si miramos hacia el cielo, seguramente tendremos la inmensa suerte de contemplar el vuelo de los buitres leonados, que tienen por estas sierras su zona de expansión, siendo uno de los pocos lugares donde pueden ser observados en la Región de Murcia.

Al principio, el camino discurrirá en paralelo a un barranco, cruzándolo en tres ocasiones. Siguiendo camino abajo, visualizaremos por primera vez por la izquierda, el cauce del río Luchena, por el cañón normalmente seco y bastante más abierto.

Mientras seguimos nuestro descenso, engatusados por el paisaje, cruzaremos el barranco de los Machos, para pocos minutos después, coger el camino que nos sale de la izquierda.

Si mal no recuerdo, hasta ahora, todo el trayecto está balizado, en su primera parte con marcas de PR (franjas amarillas y blancas) hasta el collado de la Carrasca; y desde éste, algunas señales de madera nos indican los kilómetros recorridos hasta llegar al punto donde nos encontramos.

Seguimos el citado camino, que pasa al lado de una caseta correspondiente a una antigua explotación minera, hoy en desuso. Giramos hacia la izquierda y el camino se va estrechando poco a poco hasta convertirse en una senda que tiene su fin en el barranco de los Machos. Bueno, y es entonces, donde nos podrán surgir algunas dudas, ya que el camino - senda se termina. Pues bien, hay que seguir el cauce del barranco de los Machos en dirección descendente, hacia la derecha, sin atravesarlo en ningún momento, o sea, seguir por la derecha del cauce hasta encontrar la senda por la cuál transitaremos rodeados de pinos carrascos hasta llegar a la casa de la Chiripa, edificación usada antiguamente por la Confederación Hidrográfica del Segura. Si en algún momento no sabemos que senda coger, ya que esta se bifurca en varias ocasiones, recomiendo transitar por la más grande, aunque todas van a parar al mismo sitio y de todas formas, sabemos que tenemos que llegar hasta la casa que está ubicada un poco más arriba del seco cauce del río Luchena. Hasta la citada casa, el camino debería de estar balizado, aunque desde que se coge la senda, particularmente no ví ninguna señal ni pintura que me guiase.

Podría decirse que estamos en la mitad de nuestra excursión y estamos en un buen lugar para descansar un buen rato y reponer fuerzas a la sombra del hermoso pino instalado al lado de la casa de la Chiripa.

Una vez nos hayamos repuesto, volveremos a utilizar nuestras extremidades inferiores para bajar al cauce seco del río Luchena. Una vez en él, iremos hacia la derecha para pocos minutos después observar el milagro: el nacimiento del Luchena, también llamado Ojos del Luchena.

Éste brota en el acuífero llamado Pericay - Luchena, que junto a su gran caudal de agua (según estudios llega a 340 litros por segundo) y su transparencia, es una fuente de vida para muchos animales.

En este grupo faunístico, extraños hoy en día en nuestra comunidad, conviven: tortuga mora, galápago leproso, pito real, barbo gitano, etc.

Una vez nos hayamos repuesto de la emoción de contemplar este bellísimo lugar, continuaremos con nuestra ruta, desandando nuestros pasos y continuando cauce arriba por el cañón del Luchena, es decir, llegar hasta donde nos habíamos quedado al bajar de la casa de la Chiripa.


Siguiendo en línea recta, poco a poco nos iremos adentrando en el cañón, que aunque normalmente no lleva agua, el escenario es maravilloso.



La comunidad florística de este angosto y escarpado cañón es impresionante: tarays, carrizos, lentiscos, sabinas, etc.

Intentaremos seguir la marcada senda, aunque en algunos tramos tengamos que vadear el cauce debido bien a las últimas lluvias caídas por la zona o bien por las filtraciones que tiene el embalse y que dejan un minúsculo cauce de agua. De todas formas, nosotros seremos los que elijamos el camino más conveniente ya que no hay ninguna salida en el citado cañón (a no ser que seamos parientes de los arruís, que observaremos si es que nuestras bocas permanecen selladas).

Y así, entre vistazo a los árboles y arbustos, y miradas hacia los laterales en busca de algún ejemplar de muflón del Atlas, continuaremos nuestra caminata entre paredes verticales de más de 100 metros de altura en varios tramos, atravesando un estrecho paso de unos 3 metros de ancho y contemplando el majestuoso vuelo de los buitres leonados esperando que muera algún animal para tener garantizada la comida, poco a poco iremos observando que el cañón se va ensanchando hasta llegar a las inmediaciones de la presa del embalse de Valdeinfierno.

Y ahi que llegar casi hasta el pie de la presa para subirla mediante unas escaleras de cuyos escalones no quiero acordarme... (como diría Cervantes) y aunque quisiera, no lo recuerdo porque perdí la cuenta cuando pasé de 250.

Y para acabar con la aventura de los escalones, un poco de equilibrismo para sortear la puerta de entrada a las escaleras, que como no podía ser de otra forma, está cerrada mediante un buen candado y me da la risa cuándo las temblorosas piernas intentan mantener el equilibrio después de unas cuántas horas andando y de la "relajación" que llevan después de subir unos "cuántos" peldaños.

Una vez habiendo sorteado dicha puerta, es el momento adecuado para tomarnos un merecido descanso. Podemos observar el embalse de Valdeinfierno cruzando la pista asfaltada, comprobando como la lámina de agua recoge los caudales de varias ramblas y barrancos y principalmente, del río Caramel o del Alcaide.

Siguiendo la pista asfaltada hacia la izquierda, ahora debemos de seguir el mismo itinerario usado anteriormente cuándo íbamos en nuestro vehículo en dirección a la casa forestal Iglesias.

Por lo tanto, al poco tiempo de pasar por las casas del embalse, el asfalto acaba, imponiendose la tierra. Debemos seguir por la pista de tierra, ya que todos los caminos que nos vayan saliendo llevarán a fincas privadas. Así, hasta llegar a la bifurcación de caminos que a mano izquierda nos llevará al punto de partida. El camino de la derecha se dirige hacia una cantera, que personalmente, creo que es el punto amargo de la excursión, bien por la vista o por el estruendo que genera.

Continuamos en ligero ascenso siempre transitando por la pista de tierra, aunque una senda nos saldrá a mano derecha (se dirige a la cantera) y otras dos a mano izquierda (ambas van a una finca privada), hasta pasados algunos minutos, llegar a nuestro destino, la casa forestal de Iglesias, lugar donde empezamos esta preciosa excursión que nos ha llevado a conocer uno de los espacios naturales más desconocidos de Murcia pero a la vez más bellos, la lorquina sierra de Pericay.

DATOS RUTA


Tiempo empleado >>> 3,52 horas

DESCARGAR RUTA

ACCESO

Desde Zarcilla de Ramos coger una pista asfaltada y seguir las indicaciones hacia el embalse de Valdeinfierno y albergue turístico casa forestal Iglesias.

Nada más salir del pueblo, tomar el asfalto de la izquierda para después, en un cruce, seguir recto. A partir de dicho cruce, tendremos que seguir por la pista asfaltada hasta llegar al embalse de Valdeinfierno. Desde el pueblo hasta el embalse hay más de 11 kilómetros, atravesando rambla Salada y el núcleo rural de Las Talas.

Desde el embalse, a los pocos metros el asfalto se convierte en tierra y en el siguiente cruce de caminos, girar a la izquierda siguiendo la indicación hacia el albergue hasta llegar a él. Poco más de 3 kilómetros separan la presa de Valdeinfierno de la casa forestal Iglesias.

Tenemos la opción de volvernos en dirección a La Fuensanta. Si optamos por este trayecto, tendremos que coger el camino que se sitúa justo enfrente de la casa forestal Iglesias, señalizado en piedra hacia La Fuensanta. En el siguiente cruce de caminos, seguir hacia la derecha y continuar por toda la pista de tierra, teniendo en cuenta que deberemos de seguir siempre el camino más ancho. Sólo un camino nos podrá despistar pero nuestra dirección a seguir será la izquierda. Los demás caminos que nos salen al paso son pequeños y bastante diferenciables del nuestro. Así, iremos descendiendo por la sierra hasta llegar a una larga recta que termina en la pista asfaltada que va desde La Fuensanta a Zarcilla de Ramos. En este cruce seguiremos hacia la derecha por el citado asfalto hasta llegar a La Fuensanta.

En el trayecto atravesaremos la rambla de la Fuente, el barranco del Agua y el del Lobo. Creo recordar que hay al menos un par de áreas recreativas por esta zona.

De la casa forestal Iglesias al cruce de la pista asfaltada que va de La Fuensanta a Zarcilla de Ramos hay 12 kilómetros. Y desde este cruce hasta el pueblo de La Fuensanta dista algo más de 2 kilómetros.

Este último trayecto es muy recomendable puesto que circula por toda la sierra hasta llegar a la gran recta en el que el bosque desaparece. Pero solo hay un pero para no realizarlo, y no es ni más ni menos que la pista es de tierra y si ha llovido recientemente, se pueden organizar zonas embarradas que nos dificultarán nuestra circulación. Es muy aconsejable si se tiene un vehículo todo terreno, ya que el barro no será ningún incoveniente, más bien será un aliciente.

08 mayo 2009

LAGUNA de VALDEAZORES

Viernes 1 de Mayo. Día del trabajador. Festivo. ¿Qué ruta realizar? (ya que llevo unos cuantos años realizando excursiones este día). ¡Cazorla!. Y se me ocurrió pensar en el parque natural de Cazorla, Segura y las Villas por varios motivos. Uno eran los recuerdos de mi temprana juventud cuando un verano, dos amigos y yo decidimos visitar el parque natural en lo que fue mis primeras vacaciones sin padres ni monitores y que a la postre fue una auténtica aventura. Otro de los motivos fue que este invierno había nevado mucho por esta zona, el otoño había sido generoso en lluvias y en definitiva, tendría que haber agua por cualquier rincón. Y otro, y creo que el más importante, es que mi mujer, nunca había visitado Cazorla sin salir del coche, o lo que es lo mismo, sin pegarse un buen y vistoso paseo.

Por lo tanto, saliendo con una maleta y una mochila por cabeza, bien temprano y casi sin dormir, nos pegamos casi tres horas y media de carretera para llegar bien de tiempo y realizar en el mismo día, dos excursiones: la de la laguna de Valdeazores (más conocida como ruta del río Borosa) y la cerrada de Utrero.

El parque natural de Cazorla, Segura y las Villas, es el espacio natural protegido más grande de España con casi 210000 hectáreas. Es una maravilla caminar por su multitud de senderos y pistas forestales, escuchando el rumor del agua y avistando los animales bien con prismáticos o dejándose ver a nuestro paso.

Cercana a la aldea de Arroyo Frío (Jaén), está situada la excursión que propongo, que es la más visitada de todo el parque natural y, aunque algo larga, nosotros decidiremos cuando dar la vuelta.

Dejaremos nuestros vehículos en el aparcamiento habilitado del centro de interpretación fluvial río Borosa para ascender por la misma pista asfaltada que llevábamos antes de aparcar. Unos metros después girando hacia la derecha, veremos los carteles interpretativos de la excursión que vamos a realizar.

Vamos a transitar los primeros kilómetros por una pista forestal que desaparecerá al llegar a la central eléctrica. Ésta pista está cerrada al trafico rodado (a excepción de las bicicletas) mediante una barrera, lugar en el que se inicia la excursión.

A los pocos metros de comenzar, contemplaremos la primera de las múltiples cascadas que el río Borosa forma en su corto recorrido hasta regalar sus aguas al río Guadalquivir.

Continuaremos nuestro recorrido y a los pocos minutos observaremos el charco de Gracea, lugar donde el arroyo de las Truchas vierte sus aguas al Borosa.

En esta primera parte del recorrido, hasta la central eléctrica, el camino está balizado, y aunque sólo algunas sendas nos salen por el camino a mano izquierda, éstas se dirigen a cortijos y tinás, edificaciones de piedra para almacenar el ganado. Nosotros tendremos que transitar siempre por la pista forestal.

Minutos después, atravesamos por vez primera el río Borosa a través del puente de los Caracolillos, que por cierto, es el único puente construido de piedra de toda nuestra excursión. Nada más atravesarlo, nuestro camino es el de la izquierda, ya que a la derecha y después de un largo recorrido, nos dejaría en el campamento de Linarejos, cercano a Vadillo Castril.

A los pocos metros, volvemos a atravesar el Borosa para unos minutos después llegar a la zona conocida como vado de los Rosales, lugar en el que abandonaremos la pista forestal para dirigirnos hacia la derecha y transitar por una senda que después de cruzar el río en tres ocasiones, nos adentra en la estrecha cerrada de Elías, pudiendo atravesar este angosto paso gracias a la pasarela que no hace muchos años reformaron.

Posiblemente, éste sea uno de los lugares más bellos de todo el recorrido.

Una vez terminada la senda, nos volvemos a encontrar con la pista forestal, giraremos hacia la derecha para después volver a atravesar el Borosa en un par de ocasiones, manteniéndolo a nuestra izquierda hasta llegar a la central eléctrica. A partir de aquí, el desnivel del camino se va acentuando un poco más, pero el ascenso se digiere muy bien, sobre todo contemplando el río que a veces discurre unos cuantos metros por debajo de nuestros pies, formando más cerradas que no atravesaremos pero sí contemplaremos.

El camino gira hacia la derecha e iremos observando el sistema montañoso paralelo a nosotros a nuestra izquierda el cuál atravesaremos más adelante.

Unos minutos más y llegamos a la central eléctrica. Aquí acaba el camino y la señalización del mismo. A partir de ahora, transitaremos por una senda bien marcada y que al inicio de la misma hay un cartel que nos indica la distancia hacia la laguna de Valdeazores. Recomiendo beber agua en la fuente que hay delante de la entrada a la central. Anteriormente, habremos atravesado el Borosa por última vez, teniendolo a partir de ahora, a nuestra derecha. Este es un buen lugar para un breve descanso, ya que nuestra senda comenzará a ascender y no parará de hacerlo hasta llegar a los túneles.

Una vez descansado y habiendo recuperado energía bebiendo de la fuente el agua fría que nos regala el Borosa, seguiremos nuestro itinerario ascendiendo por la senda. Nos atraerá la gran caída de agua que surge a nuestra izquierda y que mucha gente confunde con el salto de los Órganos; nada más lejos de la realidad, ya que ésta "cascada" se crea en el canal que desde el embalse de los Órganos lleva el agua hasta la central eléctrica.

Y dicha agua, por razones obvias de la gravedad, cruza el sendero, y dependiendo la hora del día y de la estación del año, lleva más agua (más a finales de la mañana, principios de la tarde). Con esto quiero decir y aconsejar a las personas que realicen esta excursión, que lleven un calzado auxiliar (con sandalias sobra) para cruzar esta parte del sendero, ya que éste no está provisto de ningún puente ni pasarela para atravesar el agua. Repito, depende de la época del año y de la hora del día, ya que cuando nosotros pasamos por este lugar (sobre las una de la tarde), había tal cantidad de agua atravesando el sendero, que no tuvimos otro remedio, al igual que mucha gente, que quitarnos las zapatillas (y eso que las mías llevan membrana "gore - tex") o botas, ya que por algunos pasos, el agua alcanzaba un palmo. Y digo lo del calzado auxiliar, porque ya no es que se te congelen los pies, es porque te vas clavando todas las piedras en las plantas de los pies y después de atravesar unos 25 metros andando sobre éstas, empiezas a intentarte explicar como nuestros antepasados podrían vivir descalzos. Por la tarde, sobre las cinco, no tuvimos ningún problema en atravesarlo, ya que el nivel del agua había bajado bastante, y con cuidado, pudimos pasar sin ninguna incidencia y sin quitarnos las zapatillas o botas.




Seguimos subiendo, con el placer de llevar calzado sobre nuestros pies, contemplando todas las cascadas que forma el río Borosa situadas a nuestra derecha. Cuando más empinada está la senda, una cascada más bella observamos. Así, hasta alcanzar la más alta de todas, llamada el salto de los Órganos.





Una vez aquí, la senda gira hacia la izquierda comenzando la parte más empinada del ascenso. En algunas ocasiones del año, se ha llegado a cerrar dicha senda por el hielo y el más que probable desprendimiento de piedras por esta zona.

Remontamos la larga recta, observando unas buenas vistas del valle. Siguiendo por la parte más larga de la senda, sin coger algunos "atajos" creados por algún inconsciente que no sabe que haciendo esto erosiona más la tierra y encima se cansa más ya que los supuestos "atajos" son mucho más inclinados, la senda gira hacia la derecha y en breves metros observamos la boca del primer túnel.

Dicho túnel, es el paso del canal de agua que abastece a la central eléctrica y el causante de que nuestros pies estén algo doloridos. Lo atravesamos con la ayuda de un frontal o linterna, ya que aunque en muchos sitios no es necesaria la luz, puesto que las "ventanas" iluminarán nuestro camino, en muchas partes del túnel, hay charcos en el suelo y algunos con cierta profundidad. Y ya que hemos tenido cuidado anteriormente en no mojarnos nuestro calzado, pues si nos los mojamos ahora por no sacarnos algo de luz artificial, no habrá tenido sentido el que nuestros queridos pies hayan sido torturados por las temibles piedras de la senda.

El canal está separado del estrecho pasillo que nos queda mediante cables de acero, por lo tanto, no tendremos que tener el más mínimo miedo a caernos al agua.

Salimos del primer túnel, y paralelamente al canal, seguimos nuestro recorrido, situados a la altura de la cabecera del salto de los Órganos. Seguidos en todo momento por la conducción de agua, aunque en algunos sitios circula bajo tierra, llegamos al segundo túnel, éste de menos recorrido que el primero. Ya sabeis, frontal a la cabeza para no mojarnos nuestro calzado.

Volvemos a ver la luz. Siguiendo la senda, a los pocos minutos contemplaremos la presa del embalse de los Órganos. Antes de cruzar por la citada presa, una senda a mano izquierda se agrega a la senda por la que circulamos. Ésta, es la senda que en escasos 300 metros, nos lleva al nacimiento de Aguas Negras o río Borosa.

Decidimos ir para visitar el alumbramiento del río que llevamos viendo desde el inicio.

Algo menos de 5 minutos y llegaremos a un desanche en el cuál se ubica el nacimiento de nuestro querido Borosa.

Un gran borbotón de agua, nos indica que el río brota con fuerza.

Lugar idóneo para darnos otro respiro y descansar unos minutos y como no, beber de esta maravilla natural que es el agua, fría como el hielo y tan importante para la vida en nuestro planeta.


Volvemos sobre nuestros pasos, hasta alcanzar de nuevo la presa del embalse. La cruzamos, oteando el horizonte para intentar averiguar el paradero de alguna que otra anátida.

Una vez cruzada la presa, seguimos la senda que en unos cuantos minutos, nos llevará hasta la laguna de Valdeazores. Dicha senda se ensancha poco después en una zona cercana a la cola del embalse. A partir de ahora, la senda empieza a subir poco a poco. Contemplaremos unos grandes ejemplares de pino salgareño o como por aquí se conocen, pino laricio. Observaremos el cielo y las cresterías para intentar ver el vuelo de alguna rapaz. Y así, entreteniéndonos un poco, llegaremos hasta la presa que contiene el agua de la laguna de Valdeazores, cuya lámina de agua da vida el arroyo de Valdeazores y el arroyo de Valdeazorillos.

El lugar no tiene ningún tipo de duda, ya que un desanche en medio de la amplia senda, nos indica el lugar de la laguna a mano izquierda. Aconsejo cruzar la presa y subir los peldaños de piedra para contemplar la laguna desde un punto de vista superior.

La senda continúa cuesta arriba hasta llegar al collado de la fuente Bermejo, inicio de excursión de otros itinerarios del parque, uno de ellos llega hasta la laguna de Valdeazores e incluso llega a terminar en la cadena donde nosotros empezamos nuestro recorrido. Nosotros pondremos punto y final en este lugar.

Buscaremos un buen lugar entre la sombra de los pinos para alimentar nuestros estómagos que ya nos piden comida.

Y hasta aquí, la "ruta del Borosa". El camino de vuelta es el mismo que hemos utilizado para la subida pero sin la necesidad de visitar el nacimiento de Aguas Negras o río Borosa. Preciosa excursión que nos ha llevado a visitar uno de los parajes naturales más maravillosos de toda la península ibérica, pero, como todo en la vida lo tiene, este enclave tiene algo negativo. Y es nada más y nada menos, que la inmensa masificación que tienen estas tierras, en concreto, esta ruta, ya que aunque anteriormente ya había estado realizando esta excursión, es la vez que más gente he visto, perdiendo la cuenta de los "holas", "buenas" y el típico "que aproveche", que por cierto, hay muchas personas que no contestan. ¿Se estarán perdiendo valores?. No lo sé, pero lo que sí sé, es que sigo maravillado con lo que pude ver aquel día, el día del trabajador, que se lo dediqué, una vez más, a visitar un paraíso natural, a volver a recordar las emociones vividas hace algunos años, en definitiva, a disfrutar del parque natural de Cazorla, Segura y las Villas.

DATOS RUTA

Tiempo empleado >>> 3,33 horas

Disculpad que no ponga el track entero pero es que tuve un pequeño problema con mi gps, ya que este se me volvió loco por la falta de cobertura en los túneles, marcándome cuando salí de ellos, la huella equivocada. He podido rescatar gran parte de la ruta, pero me falta el trozo de recorrido que va desde la central eléctrica hasta el embalse de los Órganos y la visita al nacimiento de Aguas Negras o río Borosa. De todas formas, os pongo el trayecto marcado en color azul oscuro mediante un programa informático, del mapa de Cazorla de la editorial Alpina.

Por el mismo motivo, el perfil está sacado de los datos de mi reloj en vez de los habituales obtenidos por el gps.

Mis datos son los siguientes:

Del inicio de la excursión hasta la central eléctrica >>> 7,5 kilómetros

Del embalse de los Órganos hasta la laguna de Valdeazores >>> 1,3 kilómetros

La distancia son 11,6 kilómetros (Lineal), según datos de la editorial Alpina.

DESCARGAR RUTA: Inicio - Central Eléctrica

DESCARGAR RUTA: Embalse Órganos - Laguna Valdeazores

ACCESO

Desde Arroyo Frío dirigirse por la carretera A-319 dirección Coto - Ríos algo más de 10 kilómetros.

A la altura de la Torre del Vinagre (centro de interpretación, museo y jardín botánico), girar hacia la derecha hasta el centro de interpretación fluvial río Borosa (indicado mediante cartel).

Poco más de 1 kilómetro, habiendo cruzado el río Guadalquivir y siguiendo la pista asfaltada, llegaremos al aparcamiento del centro de interpretación fluvial río Borosa, indicado y girando hacia la izquierda.